¿Tu caldera no enciende? Causas y soluciones más comunes
Las calderas son un elemento fundamental en cualquier hogar, especialmente en los meses de frío. Sin embargo, en ocasiones pueden presentar fallos que impiden su correcto funcionamiento. Si tu caldera no enciende, no entres en pánico: la mayoría de los problemas tienen una solución sencilla. En este artículo te contamos las causas más frecuentes y cómo resolverlas.
1. Comprobar la alimentación eléctrica y el gas
Uno de los motivos más habituales por los que una caldera no arranca es la falta de suministro eléctrico o de gas. Antes de llamar al técnico, revisa:
- Que el interruptor de la caldera esté encendido.
- Que no haya un corte de luz en tu vivienda.
- Que la llave del gas esté abierta y el suministro activo.
2. Presión insuficiente en el circuito
La presión es clave para el funcionamiento de la caldera. Si baja de 1 bar, es posible que el equipo no encienda. Para solucionarlo, abre la válvula de llenado hasta alcanzar la presión recomendada (entre 1 y 1,5 bar).
3. Problemas con el termostato
Si el termostato no está correctamente programado, la caldera no recibirá la orden de encenderse. Verifica que la temperatura esté ajustada por encima de la actual de la estancia y que tenga pilas o batería.
4. Acumulación de aire en los radiadores
En ocasiones, el aire atrapado en el circuito impide que el agua circule con normalidad, provocando fallos. Purgar los radiadores es una tarea sencilla que puede devolver el correcto funcionamiento a tu caldera.
5. Averías internas o falta de mantenimiento
Si después de las comprobaciones básicas tu caldera sigue sin encender, puede tratarse de un fallo más complejo:
- Obstrucciones en los quemadores.
- Fallo en la bomba de circulación.
- Problemas en la placa electrónica.
En estos casos, lo más recomendable es contactar con un servicio técnico autorizado para una revisión completa.
Consejos para evitar que tu caldera no encienda
- Realiza un mantenimiento preventivo anual.
- Purga los radiadores al inicio de la temporada de invierno.
- Controla periódicamente la presión del circuito.
- Mantén el termostato en buen estado.
En conclusión, si tu caldera no enciende, primero revisa los aspectos básicos como electricidad, gas y presión. Si el problema persiste, no intentes repararla por tu cuenta: la intervención de un profesional es la mejor garantía de seguridad y eficiencia.
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